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Tras años de infrafinanciación de sus campus, el Gobierno regional tiene que inyectar ahora 35 millones de euros a la Complutense para pagar las nóminas y admite que la Rey Juan Carlos también necesitará una ayuda; Madrid es la única comunidad que ha bajado la inversión por estudiante desde 2008
La Politécnica de Cartagena es la universidad mejor financiada de España y la Rey Juan Carlos de Madrid, la peor
La Comunidad de Madrid no puede mirar más para otro lado. Tras años ignorando el problema que ella misma ha generado, la Consejería de Educación del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se ve obligada ahora a acudir al rescate de sus universidades, ahogadas en lustros de infrafinanciación y camino al colapso: solo un crédito extraordinario de 35 millones de euros va a permitir seguir pagando nóminas –¿por cuánto tiempo?– a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la más grande del país, mientras el propio consejero admite que la Rey Juan Carlos, el centro peor financiado de toda España de largo, está empezando a recorrer el mismo sendero que su hermana mayor.
“Hay datos públicos en los que nos encontramos que hay alguna otra universidad, en concreto la Rey Juan Carlos, que también se encuentra en situación de déficit. Lógicamente nosotros, al igual que hemos hecho con la Complutense, nos situamos a su lado y vamos a ayudar en todo lo que sea necesario”, ha reivindicado el consejero, Emilio Viciana. Un mensaje que obvia que la relación entre ese déficit y que la Comunidad de Madrid sea la comunidad autónoma que peor financia a sus universidades de toda España.
La estadística señala a Madrid se elija la cifra que se elija. La Comunidad invierte 5.362 euros al año por estudiante universitario frente a los más de 9.000 de Navarra, La Rioja o el País Vasco. Si se mira el esfuerzo autonómico, en los últimos 25 años ha pasado de estar un 25% por encima de la media nacional a estar 23 puntos por debajo, una caída de 48 puntos. Madrid es hoy la única región que financia a sus centros peor que antes de la crisis de 2008.
El futuro de los campus madrileños no pinta mejor con la ley universitaria que tramita el Gobierno regional (Lesuc). La norma pretende consagrar que el Ejecutivo no aporte bajo ninguna circunstancia más del 70% de los presupuestos universitarios y que los rectorados deban buscar en el sector privado el 30% restante, para lo que les invita incluso a crear fondos privados de inversión. Estas cifras son definitorias del estado de las universidades madrileñas: pese a que ese 70% no sería suficiente para cubrir siquiera el gasto en nóminas de las universidades –la UAM dedica el 80% de su presupuesto a salarios y otro 15% a poder abrir las puertas cada día– todavía sería mejor que la cantidad que reciben ahora.
Además, un análisis de Juan Hernández Armenteros y José Antonio Pérez García, profesores de economía en las universidades de Jaén y Politécnica de València y dos de los principales expertos en contabilidad universitaria en España, sostiene que, si no se cambia durante el trámite parlamentario, la norma generará un agujero de 200 millones de euros cada año en los seis centros madrileños.
¿Exceso de docentes?
El portavoz del PP en la Asamblea, Carlos Díaz Pache, defiende que la Comunidad dedica más del 4% de su presupuesto a la financiación de las universidades públicas, y asegura que está por encima de la media de otras regiones, informa José Precedo. “Se está trabajando con los rectores y los actores de la comunidad universitaria para conseguir un marco de financiación plurianual, revisable y adaptable a las necesidades de las universidades”, asegura el portavoz popular.
Por el momento, la Comunidad propone una partida adicional de 10 millones de euros a repartir entre todas las universidades siempre que cumplan una serie de condiciones, una cifra no llega al 1% del presupuesto de los seis centros, que supera los mil millones.
La Politécnica de Cartagena es la universidad mejor financiada de España y la Rey Juan Carlos de Madrid, la peor
La Comunidad de Madrid no puede mirar más para otro lado. Tras años ignorando el problema que ella misma ha generado, la Consejería de Educación del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se ve obligada ahora a acudir al rescate de sus universidades, ahogadas en lustros de infrafinanciación y camino al colapso: solo un crédito extraordinario de 35 millones de euros va a permitir seguir pagando nóminas –¿por cuánto tiempo?– a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la más grande del país, mientras el propio consejero admite que la Rey Juan Carlos, el centro peor financiado de toda España de largo, está empezando a recorrer el mismo sendero que su hermana mayor.
“Hay datos públicos en los que nos encontramos que hay alguna otra universidad, en concreto la Rey Juan Carlos, que también se encuentra en situación de déficit. Lógicamente nosotros, al igual que hemos hecho con la Complutense, nos situamos a su lado y vamos a ayudar en todo lo que sea necesario”, ha reivindicado el consejero, Emilio Viciana. Un mensaje que obvia que la relación entre ese déficit y que la Comunidad de Madrid sea la comunidad autónoma que peor financia a sus universidades de toda España.
La estadística señala a Madrid se elija la cifra que se elija. La Comunidad invierte 5.362 euros al año por estudiante universitario frente a los más de 9.000 de Navarra, La Rioja o el País Vasco. Si se mira el esfuerzo autonómico, en los últimos 25 años ha pasado de estar un 25% por encima de la media nacional a estar 23 puntos por debajo, una caída de 48 puntos. Madrid es hoy la única región que financia a sus centros peor que antes de la crisis de 2008.
El futuro de los campus madrileños no pinta mejor con la ley universitaria que tramita el Gobierno regional (Lesuc). La norma pretende consagrar que el Ejecutivo no aporte bajo ninguna circunstancia más del 70% de los presupuestos universitarios y que los rectorados deban buscar en el sector privado el 30% restante, para lo que les invita incluso a crear fondos privados de inversión. Estas cifras son definitorias del estado de las universidades madrileñas: pese a que ese 70% no sería suficiente para cubrir siquiera el gasto en nóminas de las universidades –la UAM dedica el 80% de su presupuesto a salarios y otro 15% a poder abrir las puertas cada día– todavía sería mejor que la cantidad que reciben ahora.
Además, un análisis de Juan Hernández Armenteros y José Antonio Pérez García, profesores de economía en las universidades de Jaén y Politécnica de València y dos de los principales expertos en contabilidad universitaria en España, sostiene que, si no se cambia durante el trámite parlamentario, la norma generará un agujero de 200 millones de euros cada año en los seis centros madrileños.
¿Exceso de docentes?
El portavoz del PP en la Asamblea, Carlos Díaz Pache, defiende que la Comunidad dedica más del 4% de su presupuesto a la financiación de las universidades públicas, y asegura que está por encima de la media de otras regiones, informa José Precedo. “Se está trabajando con los rectores y los actores de la comunidad universitaria para conseguir un marco de financiación plurianual, revisable y adaptable a las necesidades de las universidades”, asegura el portavoz popular.
Por el momento, la Comunidad propone una partida adicional de 10 millones de euros a repartir entre todas las universidades siempre que cumplan una serie de condiciones, una cifra no llega al 1% del presupuesto de los seis centros, que supera los mil millones.
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