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Foto de perfil de alberto alberto · · Feed eldiario.es · eldiario.es · 4 weeks ago · ·
#Ejercicio físico #Lesiones #Salud #Bienestar
Parece que solo nos acordamos de las caderas cuando duelen o, peor aún, se fracturan, pero hay ejercicios que pueden mantener esta articulación esencial en forma
Cómo librarse del dolor cervical: una serie de ejercicios para intentarlo
La cadera no es solo eso que movemos cuando suena un ritmo tropical. Es la bisagra principal de nuestro cuerpo, la articulación que nos permite caminar, sentarnos, levantarnos y dar la vuelta. Pensamos mucho en la espalda o las cervicales, sin embargo, nos olvidamos de la cadera hasta que aparece el dolor, la rigidez o en el peor de los casos, una fractura.
La articulación de la cadera es una de las más grandes y poderosas del cuerpo. La palabra técnica es una enartrosis, o articulación esférica. La cabeza del fémur, con forma de bola, encaja perfectamente en el acetábulo, una cavidad en la pelvis. Esto quiere decir que la articulación no solo se puede mover hacia delante o hacia atrás, sino en cualquier dirección, y hacer cualquier movimiento: flexión, extensión, abducción (abrir la pierna), aducción (cerrar la pierna) y rotación. 
En realidad, caso todos los movimientos que realizamos están relacionados de algún modo con las caderas. Cuando esta articulación no funciona correctamente, el cuerpo se ve forzado a compensar el déficit, y otros músculos y articulaciones, que no están diseñados para tal fin, se ven sobrecargados. Esto puede afectar sobre todo a las rodillas y los tobillos, pero también a la espalda, los hombros o el cuello.
Los enemigos de la cadera: artrosis, rigidez y caídas
Con el paso de los años y el desgaste, la cadera se vuelve vulnerable. Uno de los problemas más comunes es la artrosis de cadera, una enfermedad degenerativa en la que el cartílago que amortigua los huesos se desgasta progresivamente. Esto hace que el movimiento sea doloroso, la articulación pierda flexibilidad y puede llegar a provocar cojera y crujidos. Este desgaste puede acelerarse por factores como la edad, el sobrepeso, lesiones previas o una predisposición genética.
En las personas mayores, estos problemas se ven agravados por el riesgo de caídas. Una de cada cuatro personas mayores de 65 años se cae cada año. La sarcopenia, la pérdida de masa y fuerza muscular y los problemas de equilibrio hacen que las caídas sean más probables y sus consecuencias, más graves. Muchas de estas caídas son hacia adelante, y al intentar protegerse, las personas pueden sufrir fracturas en la muñeca, el codo o el hombro, lo que genera un círculo vicioso que los lleva a padecer más inmovilidad y más deterioro.
Un estudio español con más de 1.800 pacientes reveló que las personas con artrosis de cadera y rodilla tenían una peor calidad de vida, y las actividades cotidianas como agacharse para atarse los zapatos, cruzar las piernas o levantarse de un sillón se convierten en desafíos insuperables.
Cómo mantener tus caderas en forma

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