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Foto de perfil de alberto alberto · · Actualidad · eldiario.es · 3 weeks ago · ·
#PSOE #Vivienda #Isabel Rodríguez #Sumar #Publicidad institucional
La última ofensiva política del Ministerio de Vivienda incluye un anuncio que despierta críticas y rechazo en la izquierda y la derecha, también en Sumar, que lo llama "lamentable" y "frívolo". Y todo después de poner en marcha un servicio telefónico de utilidad cuestionable
La vivienda ya es el principal foco de desigualdad: casi la mitad de la población dice que afecta directamente a sus vidas
Los gobiernos sufren una auténtica adicción a la propaganda institucional. Sufrir no es la palabra correcta. Les encanta. Es fácil sucumbir a la tentación cuando cuentas con un presupuesto abundante para esa función. En algunas ocasiones, y no son tantas, esas campañas cumplen una función informativa para los ciudadanos. Ocurre con frecuencia que su función última es que la Administración correspondiente, nacional, autonómica o local, se elogie a sí misma o recuerde a los votantes lo mucho que se desvela por sus necesidades.
El Ministerio de Vivienda ha lanzado una campaña con uno de esos anuncios que pretenden ser ingeniosos. En ese sentido, ha tenido éxito. Hay que tener mucho ingenio para concitar críticas furibundas tanto en la izquierda como en la derecha.
Se inicia con una pregunta: “¿Cómo imaginas tu futuro?”. Las escenas posteriores son deprimentes. Tres ancianos comparten un piso y resultan ser un poco guarros. Toda la vida dejando los calzoncillos usados en el suelo. Los platos sin limpiar en el fregadero. El que se queda leyendo el periódico en el baño sentado en el inodoro. Se supone que comparten vivienda en 2055 porque no se pueden permitir comprar o alquilar una por su cuenta.
Con el vídeo, el Gobierno admite que no hay muchas esperanzas entre la gente en que tengan éxito sus políticas de vivienda. Eso puede que sea cierto, pero es absurdo que un Ministerio lo reconozca con un anuncio institucional. Deja que sea la oposición quien haga su trabajo.
Y no sólo la oposición. Sumar eligió el martes para dejar clara su falta de confianza en la ministra Isabel Rodríguez. “Se nos está acabando la paciencia”, dijo su portavoz, Verónica Martínez. Le exigió medidas “serias, valientes e innovadoras”, que es como decir que no lo son ninguna de las que se han puesto sobre la mesa hasta ahora.
Sumar ha propuesto congelar los contratos de alquiler que vencen este año, un nuevo régimen sancionador para los alquileres de temporada y turísticos, y reformas fiscales contra la compra de pisos con intención especulativa. Gabriel Rufián pidió en el Congreso aumentar los impuestos a los que compran viviendas como inversión.
Rodríguez compareció a petición propia ante el pleno del Congreso la semana pasada. No está muy claro para qué lo hizo, porque no ofreció ninguna novedad relevante. Lo más probable es que su presencia fuera una forma de acompañar el lanzamiento de la campaña publicitaria. Que parezca que el Gobierno hace algo ante la crisis de la vivienda. El coste de este tipo de servicios telefónicos suele superar con creces el millón de euros al año.
Otro elemento de imagen de utilidad dudosa es la aparición de un número telefónico, el 047, para informar a los ciudadanos sobre asuntos de vivienda. La ministra anunció en el Congreso que “con este número empoderamos a la ciudadanía con una nueva herramienta para defender sus derechos”.

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