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#Carlos Mazón #PP Valencia #Juanfran Pérez Llorca
El miércoles 19 de noviembre vence el plazo para que los grupos parlamentarios registren en las Corts Valencianes la propuesta para investir a un candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana; de lo contrario, empieza a contar el calendario para las elecciones
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“Hasta el rabo todo es toro”. En Vox, siguiendo su lenguaje taurino, apuntan que apurarán los plazos para negociar la investidura de Juanfran Pérez Llorca como presidente de la Generalitat Valenciana. Los de Santiago Abascal en Valencia no quieren dar sensación de excesiva proximidad al PP valenciano, que depende enteramente de ellos para seguir al frente del Gobierno autonómico tras la dimisión de Carlos Mazón, y todo apunta que mantendrán el pulso hasta última hora. No les queda mucho: el plazo para proponer un candidato vence el 19 de noviembre, miércoles, pero la habilitación del registro electrónico en las Corts Valencianes permite que pueda ser hasta la media noche. Un poco más de margen para los populares o tal vez mayor tiempo para prorrogar la angustia y la sensación de control que la formación ultra tiene sobre los conservadores.
Máxime tras las revelaciones que ha sacado a la luz elDiario.es sobre algunos asuntos polémicos que arrastra el también alcalde de Finestrat: varios inmuebles que oculta en su declaración de bienes ante las Corts, un negocio hotelero que puede saltar por los aires y una vivienda con una piscina ilegal, un parking y un cenador ilegales, que su ayuntamiento tendría que haber derribado. Asuntos de los que la formación que dirige Santiago Abascal se enteró por la publicación de esta redacción y que no cayeron nada bien. De hecho, el mismo día que salió a luz esta información por la tarde Pérez Llorca hizo pública una reunión con Vox sobre la negociación, un mensaje que se interpretó como una manera de meter presión al partido de extrema derecha.
Por todas estas situaciones desde Vox no tienen prisa por anunciar el pacto. De ellos, que disfrutan viendo como el PP se deshace a fuego lento -pescan en su caladero de votos, en el descontento de sus fieles- dependerá que el PP gobierne hasta agotar la legislatura o que se disuelvan las Corts y se convoquen elecciones. A menos de 48 horas, no hay un candidato registrado para someterse a votación.
Lo cierto es que la ultraderecha volvió a recordar hace días que se siente muy cómoda apoyando al PP valenciano, aunque cuando se les pregunta por esta cuestión siguen manteniendo esa apariencia de distancia. Muestra de ello son las intervenciones que parlamentarios de Vox han realizado últimamente; entre fiscalizar a Mazón y cargar contra el gobierno central, eligen lo segundo, aunque implique salvar al primero. Y el PP valenciano vive un idilio con Vox, que lleva dos años sosteniendo su gobierno y dando oxígeno a un partido casi asfixiado por la gestión de la dana del 29 de octubre de 2024.
Este lunes, el presidente de Vox, Santiago Abascal, afirmó que el secretario general del PP de la Comunitat Valenciana y candidato a la investidura continúa negociando con los equipos de Vox para intentar alcanzar un pacto que le lleve al Palau de la Generalitat. “Esperamos poderles dar noticias muy pronto sobre si esas negociaciones avanzan o no”, afirmó desde Badajoz, en el marco de la precampaña electoral en Extremadura.
El dirigente de ultraderecha volvió a poner sobre la mesa las exigencias que realizan al PP para apoyar a su candidato: “En el caso de la Comunidad Valenciana, lo que además tiene que estar encima de la mesa es la apuesta cerrada desde el gobierno regional por la construcción de obras hidráulicas y de presas que impidan que la tragedia de Valencia se vuelva a producir. Porque los culpables de la tragedia de Valencia son los que pararon aquellas obras, los que no dejaron ir al ejército y a la policía y los que negaron la ayuda internacional”. Un discurso que podría firmar cualquier miembro del equipo de Carlos Mazón. No costará mucho al PP asumir esta cuestión. Como no les costó asumir el resto de puntos cuando necesitaron su apoyo, como las críticas al pacto verde europeo o la criminalización de los migrantes.
La intervención del diputado de Vox en el Congreso, Ignacio Gil Lázaro, en el interrogatorio a Mazón, daba cuenta de la buena sintonía entre ambos partidos. El parlamentario de ultraderecha, que fue representante del PP, dirigió todas sus preguntas en la comisión de investigación a cargar contra el Gobierno de España, y permitió a un Mazón visiblemente cómodo seguir su argumentario. El aperitivo de esta declaración ya lo ofreció su portavoz valenciano, José María Llanos, una semana antes en la comisión de investigación de las Corts Valencianes, donde fue especialmente benévolo con el dirigente del PP valenciano. Ahora Vox no quiere dar por hecho ningún apoyo, mientras la negociación esté en marcha. Siguen calibrando qué les conviene más, en plena ola de comicios autonómicos.

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