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La mujer cortejada por un ganso, erotismo de hace 12.000 años y la figurilla más antigua que une humanos y animales
Un equipo de arqueólogos ha descubierto en una aldea prehistórica con vistas al Mar de Galilea, en Israel, una figurilla de arcilla más pequeña que un dedo meñique pero de un valor extraordinario. La pieza de 12.000 años de antigüedad representa a una mujer agachada bajo un ganso posado sobre su espalda, la más antigua conocida que muestra una interacción entre humanos y animales. Los investigadores sostienen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) que podría tratarse de una escena mitológica o ritual en la que el ave corteja a la mujer, lo que ofrece una perspectiva única del mundo simbólico y espiritual de los primeros pueblos sedentarios del suroeste de Asia. Hallada en el yacimiento de Nahal Ein Gev II de finales del Natufiense por investigadores del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, la figurilla, de tan solo 3,7 cm de altura, fue modelada con arcilla local y calentada a unos 400 °C. Los análisis microscópicos y químicos revelaron residuos de pigmento rojo (ocre) tanto en la figura femenina como en el ganso, junto con una huella dactilar preservada mientras la arcilla aún estaba húmeda que indica que el artesano era una mujer adulta o un joven de sexo indeterminado. Mapa de la ubicación del yacimiento de Nahal Ein Gev II. A la derecha, la figurita y una recreación de cómo era en realidad Laurent Divan«Es una pieza excepcional, tanto en el tema representado como en la calidad del modelado», afirma Laurent Davin, autor principal del artículo. El arqueólogo mantiene que la figurita no muestra un simple acto cotidiano, como el transporte de un ave cazada, sino que va mucho más allá. El ganso era común en la dieta de estas poblaciones. De hecho, se han encontrado restos de este animal en el yacimiento que indican que eran decapitados antes de llevarlos al pueblo. Pero la figurilla «muestra un ganso con cabeza y cuello, no una carcasa. Su postura, especialmente el cuello no sostenido por la mano humana, sugiere un animal vivo que aguanta su propio peso corporal. La posición inclinada de la mujer también es incompatible con el transporte de una presa que pesa menos de 5 kg», explica. Dado que un ganso salvaje vivo «no adoptaría de forma natural tal postura sobre la espalda de un humano, creemos que la interacción representa una realidad imaginada». Noticia Relacionada estandar Si Marga Sánchez Romero: «Hace 35.000 años no había porno» Judith de Jorge Cazaban, guerreaban, producían arte rupestre y eran poderosas... La arqueóloga reivindica en un libro el protagonismo de las mujeres en la prehistoriaDavin interpreta la composición como un encuentro imaginario o mitológico, coherente con las creencias animistas, una cosmovisión que concebía a humanos y animales como espiritualmente interconectados. «Los natufios tenían una relación simbólica especial con los gansos, como atestigua el uso de sus plumas en las ornamentación -dice-. Por la postura del ave, interpretamos la escena como una representación del cortejo imaginado entre un espíritu animal y un humano». Este tema «es muy común en las sociedades animistas de todo el mundo en situaciones específicas como sueños eróticos, visiones chamánicas y mitos». Herramienta chamánicaLos autores creen que, por la forma en la que fue creada, con énfasis en su perfil izquierdo, la pieza probablemente fue colocada en un lugar específico para recibir luz (del sol o de una fogata) y crear profundidad y perspectiva. Además, parece hecha para ser vista desde arriba y, por su pequeño tamaño, por pocas personas a la vez. Probablemente, fue utilizada «como una herramienta chamánica para desencadenar o revivir visiones», sugiere Davin. Cuando los habitantes de Nahal Ein Gev II consideraron que el objeto había cumplido su propósito original, la enterraron en el antiguo cementerio del pueblo, que estaba rodeado por un muro monumental y donde algunos difuntos se cubrían con yeso calcinado. La figurita de la mujer y el ganso, desde diferentes perspectivas Laurent DavinEscenas de interacción animal-humano habían sido encontradas con anterioridad en pinturas o grabados más antiguos, pero no en una figurilla. El ejemplo más antiguo conocido es una pintura que representa la caza comunal de jabalíes salvajes en una cueva de Sulawesi, Indonesia, de hace unos 51.200 años. Para el investigador, el hallazgo también es importante porque «la interacción representada proporciona acceso al sistema de creencias de estas comunidades prehistóricas, representando la evidencia más temprana de una cosmovisión animista en el suroeste de Asia«. El animismo, recogido en registros etnográficos de diversas culturas alrededor del mundo, »es una forma de ser y ver el mundo en la que los seres no humanos (plantas, animales, objetos inanimados y fenómenos naturales) tienen la misma conciencia interna y capacidad de acción que los seres humanos. En este sistema de creencias, no existe una dicotomía entre la cultura humana y la naturaleza o entre la imaginación y la realidad».La figura de la mujer y el ganso es única, pero los investigadores esperan encontrar otras similares en otros pueblos natufios. Como explican, prefigura la posterior expresión simbólica del Neolítico temprano en las primeras aldeas de agricultores, donde se hicieron figurillas de seres híbridos (como humanos con cabezas de aves) o las grandes esculturas de piedra con aves o carnívoros sobre espaldas humanas en Mesopotamia.

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