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Tres de sus descendientes, uno de ellos desaparecido en la batalla del Segre, recuperan las vivencias de sus antepasados y explican sus razones para solicitar al Gobierno la nacionalidad
El Gobierno da la nacionalidad española a 171 descendientes de brigadistas internacionales
Inga Oleksiuk, periodista polaca de familia ucraniana; Kim Economides, académico de origen chipriota residente en Australia, y Deena Poll, fisioterapeuta norteamericana de Los Ángeles, tienen una cosa en común: tienen la nacionalidad española. La tienen desde el pasado 5 de noviembre por una razón hasta ahora insólita: sus antepasados, sus padres o abuelos, integraron las Brigadas Internacionales que combatieron durante la Guerra Civil española contra las tropas franquistas. 
El Gobierno español concedió por primera vez la nacionalidad a 171 descendientes de brigadistas internacionales. Nombres y apellidos como el de Oleksiuk, Economides y Poll aparecen en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en aplicación de la Ley de Memoria Democrática, de 2022, que regula la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza a los hijos y nietos de esos combatientes extranjeros que acrediten una labor de difusión de la memoria histórica.
“Hay pocos beneficios materiales”, reconoce por correo electrónico Kim Economides, que como chipriota ya es ciudadano de la Unión Europa. “La solicitud tiene únicamente que ver con que así se honra la memoria de mi padre y de otros brigadistas”. 
A Inga Oleksiuk, la noticia la cogió justamente en Catalunya, adonde viaja desde Varsovia regularmente porque sigue buscando a su abuelo, que desapareció y lo dieron por muerto en la batalla del Segre. Lo hace a través del programa Alvah Bessie, de la dirección general de Memoria Histórica de la Generalitat, que identifica los restos de los brigadistas hallados en fosas comunes (dos nietos de Bessie, el novelista y guionista norteamericano que fue voluntario en la Guerra Civil, también están en la lista).
Para Inga, recibir la nacionalidad por carta de naturaleza supone “completar un sueño de tres generaciones”. Su padre, hijo del brigadista Mihail Oleksiuk, murió en 2024 y no ha vivido para verlo. “Mi abuelo pensaba en España como un lugar donde luchar por la democracia y la justicia social”, explica su nieta.
En el caso de Deena Poll, se dio también la coincidencia de que le comunicaron la nacionalización justo antes de volar a España para visitar a su hijo, que trabaja en Valencia. Al pasar por Barcelona, la familia decidió retratarse con la bandera republicana española en la avenida Diagonal, la misma por la que desfiló bajo la misma enseña su abuelo Harry Poll el 28 de octubre de 1938, durante el homenaje de la retirada de estos combatientes 
“Para mí la nacionalidad española significa no olvidar nunca y defender la humanidad”, proclama, emocionada, Deena. “Especialmente en los momentos que vivimos, es importante no olvidar esta historia”, afirma por videollamada desde Los Ángeles. 
Brigadistas internacionales fotografiados en España. En el centro, sujeta la bandera republicana el intérprete Harry Poll
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