Clanes de alberto
Selecciona un clan para abrir su perfil público.
Robbie Williams (50 años) vuelve a ocupar titulares, pero esta vez lejos de los escenarios y de los focos que lo han acompañado durante más de 30 años de carrera. El cantante ha puesto en alerta a sus fans tras confesar que su visión se está deteriorando de manera preocupante, un problema que, según él mismo ha asegurado, estaría directamente relacionado con las inyecciones para bajar de peso que ha estado utilizando en los últimos meses.La noticia saltó a través de unas declaraciones recogidas por 'The Sun', donde habló sin rodeos de la situación que está viviendo. «Llevo un tiempo viendo borroso y cada vez va a peor », reconocía, explicando que desde hace semanas nota cómo su campo visual se va nublando progresivamente. Un deterioro que él mismo vincula a los tratamientos farmacológicos para adelgazar a los que recurrió en su reciente proceso de pérdida de peso.TE RECOMENDAMOS Fran Rivera, Cayetano y la guerra interminable: ¿y si Kiko Rivera fuera la causa de todos los rencores? A.B. Buendía Malia y Sasha Obama: las hijas del expresidente construyen su propio camino tras crecer lejos del foco Noelia ZazoEstas inyecciones, cada vez más extendidas entre adultos que buscan una reducción rápida del apetito, incluyen principios activos como la tirzepatida, presente en el medicamento Mounjaro, destinado originalmente al tratamiento de la diabetes tipo 2 pero popularizado en los últimos años como herramienta para perder peso.En esas mismas declaraciones, Robbie detalló cómo se dio cuenta de que algo no marchaba bien. Contó que en un reciente partido de fútbol americano «los jugadores eran solo manchas borrosas en el campo verde frente a mí». A esa escena se suma otra que vivió durante uno de sus conciertos, cuando aseguró que veía al público, pero no era capaz de reconocer sus rostros: «Miraba al público y sabía que estaban allí, pero no podía distinguir las caras ».Su preocupación ha ido en aumento porque ni siquiera el cambio de graduación de sus gafas ha supuesto una mejora notable. «Mis problemas de visión no tienen nada que ver con la edad. Yo creo que son las inyecciones », insistía. Y, con una sinceridad que estremeció a muchos de sus seguidores, añadía: «No quiero asustar a nadie, solo compartir mi experiencia. Si esto va a más, podría quedarme ciego de un ojo. Y eso, para alguien que vive del escenario, es aterrador».Un portavoz involuntario de los efectos secundariosSin pretenderlo, Robbie se ha convertido en una voz clave en un debate cada vez más presente: los posibles efectos secundarios de los fármacos basados en agonistas del GLP-1, como la tirzepatida o la semaglutida. Aunque la comunidad médica insiste en que todavía no existe una evidencia concluyente que relacione directamente estos medicamentos con problemas oculares, sí se han publicado estudios y testimonios que invitan a extremar la precaución.En su caso, aunque ha logrado bajar de peso, ahora se enfrenta a un problema que, según afirma, podría comprometerle incluso en su vida profesional. «Si esto va a más, podría quedarme ciego de un ojo», recordó durante la conversación, un aviso con el que pretende que otros usuarios de estos tratamientos estén informados y vigilantes.El relato de Robbie Williams tiene la crudeza de quien intenta mejorar su salud o su imagen y termina descubriendo consecuencias inesperadas . Su historia no solo refleja el lado más vulnerable de una estrella acostumbrada a los aplausos, sino que también abre debates sobre la presión estética , el impacto de la automedicación y los riesgos de los tratamientos que prometen resultados rápidos.
Comentarios