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Tom Gauld: «Las tiras cómicas son el más alegre de los refugios contra un mundo en crisis»

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Foto de perfil de alberto alberto · · Actualidad · abc.es · 4 hours ago
Tom Gauld: «Las tiras cómicas son el más alegre de los refugios contra un mundo en crisis»
Dos partículas salen de un colisionador de partículas llenas de moratones y todavía doloridos les hacen una encuesta para que valoren la experiencia. Una versión avanzada de una máquina de Inteligencia Artificial ha superado la primera fase de desarrollo y ahora ya tiene la autonomía de una adolescente. El problema es que se niega a salir de su cuarto y dice que odia el mundo. Además, un científico nos ofrece elegir entre una de estas pastillas . Como en 'Matrix', la roja nos abrirá la mente y nos descubrirá la verdad del mundo. La azul, nos devolverá a una ignorancia dichosa y no recordaremos nada. Pero la amarilla, la amarilla nos hará ver fantasmas y hablar con animales. ¿Cuál escogerías? Este es el fascinante mundo imaginado por el dibujante Tom Gauld, que ha convertido el arte de la tira cómica en una insuperable forma de alegría. Después de sus libros dedicados a los libros y la literatura, ahora regresa con 'Física para gatos' (Salamandra Graphics) , en donde recupera las tiras cómicas que dibuja cada semana en la revista 'New Scientist'. Inteligencia Artificial, la realidad como simulación, el empirismo como forma de conocimiento, todo tiene cabida en la fértil imaginación del dibujante. «Vengo de las letras, y al principio me preocupaba que los científicos pensasen que era un idiota que no sabía de lo que estaba hablando, pero te informas y poco a poco pierdes el miedo a equivocarte», asegura Gauld.Una viñeta de 'New scientist' Tom GauldLa ciencia no suele ser sinónimo de risas, pero el dibujante escocés consigue que te rías no tanto de la ciencia, pero sí de los científicos y su forma de ver la vida. «Al contrario del tópico, los científicos tienen sentido del humor. Bueno, no todos. Los suficientes. Hay quien considera que la ciencia es demasiado seria como para frivolizar. Luego están los que te corrigen un chuste. Pero hay otros que me piden mis viñetas para sus presentaciones o que cuelgan mis tiras cómicas en su despacho», asegura Gauld.En plena era de lo políticamente correcto, Gauld trabaja con libertad y aunque le llegan todas las críticas habidas y por haber desde las redes sociales, la mayoría de comentarios sobre sus tiras son positivas. «No te puedes preocupar por lo que te dirán los demás o te volverías loco. Yo no dejo a nadie ver mis viñetas antes de enviárselas a la revista o cualquier comentario me haría perder la confianza. En realidad, mi tipo de humor es muy blanco. Como filosofía, sólo digo que estés abierto de mente y que no seas un patán . Hago lo que haría con mis amigos, burlarme desde la admiración y el respeto, nunca desde el resentimiento», explica.Dibujar para que el lector lo pase bienPorque lo que tiene claro es que en un tiempo como el que nos ha tocado vivir, el humor es imprescindible para evadirse de una realidad cada día más terrible, o al menos para mirarla desde otra perspectiva que relativice sus efectos. «Yo dibujo para la alegría, para que mis lectores lo pasen bien y tengan ese refugio de buen humor donde cargar pilas. Por ejemplo, no tengo el carácter para hacer tiras cómicas políticas. La mayoría de dibujantes políticos sacan su humor y energía de su enfado. Yo cuando me enfado me pongo triste en seguida y no me sale nada», reconoce.En el Reino Unido, la tradición de las tiras cómicas políticas es una tradición tan vieja como la prensa misma y sus dibujantes se convierten casi en estrellas del rock. Aunque reconoce el talento de algunos de ellos, él no los envidia, ni siquiera el prestigio que tienen. «Bueno, envidio el dinero que les pagan, eso sí, no seamos ingenuos, pero nunca ha sido mi ambición», afirma Gauld.Humor gráfico Otra de las viñetas de 'Física para gatos' Tom GauldSu dibujo claro y gusto por el detalle recuerda a la simplicidad de 'Tintín'. de Hergé, uno de sus héroes. «Mis padres nos llevaban a la biblioteca pública y nos dejaban sacar seis libros. Los únicos cómics que había allí eran 'Astérix y Obélix' y 'Tintín'. Ellos fueron mis maestros», comenta. En la adolescencia, ya le llegaron ejemplares del cómic independiente americano, sobre todo Chris Ware, cuya influencia también es evidente. «Después de visitar su exposición (ahora se puede ver en Barcelona en el CCCB) salí tan inspirado como deprimido. ¿Cómo es posible que alguien tenga tanto talento y encima trabaje como un demonio?», apunta.Lo que tiene claro es que las redes sociales le han ayudado a popularizar sus viñetas y hacerlas llegar a todo el mundo. «Cuando empecé en 'The Guardian', no existían las redes sociales, pero resultó que mi humor rápido y el tamaño de mis viñetas eran perfectas para internet y han popularizado mi trabajo en todo el mundo. Me encanta trabajar en papel, pero sé que nunca hubiese llegado a dónde estoy sin redes sociales», reconoce.Noticia Relacionada estandar Si Charles Burns: «No estoy preocupado por la IA, el cómic necesita artistas, el problema es la ilustración» carlos sala Uno de los tótems del cómic 'underground' presenta en Kosmópolis la edición omnibús de su última obra maestra, la inquietante 'Laberintos' (Reservoir Books)Ahora prepara una nueva novela gráfica, como ya hiciera con 'Goliath', mientras continúa con sus tiras semanales de literatura en 'The Guardian' y de ciencia en 'New Scientist'. No teme al futuro, aunque la Inteligencia Artificial sí que no le deja dormir algunas noches. « Todavía no he visto ninguna ilustración hecha por ordenador que sea buena o que no parezca una simple copia. Todas son muy genéricas, así que todavía se necesitan artistas humanos. El problema no es ese. El problema es el mercado. Por qué pagar a un dibujante que empieza cuando puedo tener gratis un dibujo cualquiera. Y eso es peligroso, porque yo aprendí el oficio porque alguien me pagaba aunque todavía no lo hacía de forma excelente», concluye.

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