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Quien escuchara este jueves a Gabriel Rufián comentar el informe del abogado del Tribunal de Justicia de la UE sobre la amnistía podría pensar que los jueces españoles están siendo desautorizados una y otra vez por Europa. «Lo único que le pido a Marchena es que se lo lea», «Europa simplemente hace lo que tiene que hacer, aplicar el sentido común», «meter en la cárcel o condenar a gente por un referéndum siempre fue una salvajada», «la justicia española, más que impartir justicia, aplicó venganza», «tenemos muy claro que si algún día hay una salida será por la vía europea». El de las «155 monedas de plata» –aquel tuit sigue siendo hoy su aportación con más trascendencia a la política española– dijo todo esto en los pasillos del Congreso. La realidad, sin embargo, es exactamente la contraria: mientras él fantasea con un relato de jueces españoles vengativos que se dedican a hacer política, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos está avalando recurso a recurso las resoluciones que el Tribunal Constitucional adoptó durante el 'procés'. La última vez, la semana pasada cuando confirmó que la prisión provisional de Jordi Turull, Oriol Junqueras y Jordi Sànchez estuvo bien decretada.La importancia del hecho de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no haya fallado ni una vez en contra de España por la actuación en el 'procés' catalán puede apreciarse mejor si lo conectamos con el ingente número de resoluciones que tuvo que adoptar el Tribunal Constitucional. Entre las leyes de desconexión del Parlamento catalán, los acuerdos aprobados por la Generalitat, el proceso del Tribunal Supremo, las resoluciones de la Junta Electoral Central y los acuerdos del Congreso de los Diputados, el TC acabó dictando aproximadamente unas 100 sentencias y unos 150 autos desde el inicio del 'procés'. La mayoría de ellos, además, por unanimidad. Además confirmó todas las decisiones del Tribunal Supremo que le fueron recurridas.Al tumbar los recursos del independentismo catalán, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos está diciendo que los jueces españoles aplicaron las leyes como debían aplicarlas, que no se dedicaron a hacer políticas ni ejecutar venganzas. Estrasburgo no ha encontrado hasta ahora evidencia alguna de que exista el 'lawfare' que el secesionismo introdujo en el discurso político durante el procès y que el Gobierno ha naturalizado ahora como parte de su argumentario.La velocidad del Tribunal Europeo no es tan rápida como nos gustaría y quedan recursos por resolver. El más importante, el de la propia condena que impuso el tribunal que presidió Manuel Marchena . Pero vistas las resoluciones adoptadas hasta ahora desde Estrasburgo, lo más probable es que siga confirmando la actuación de los jueces españoles. No puedo estar más de acuerdo con Rufián en que la justicia europea aplica el sentido común. Y esto debería llevarle a reconocer que también lo usó el TC ya que Estrasburgo lo está respaldando. Por tanto, ¿de qué exactamente tiene que tomar nota Marchena? Más bien es Rufián el que debería tomarla.
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